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La crisis alimentaria está teniendo consecuencias devastadoras en la sociedad venezolana. Los datos son alarmantes: el 80% de los hogares se encuentra en situación de inseguridad alimentaria, y el 90 % de los venezolanos carece de ingresos suficientes para comprar alimentos. La ONU estima que desde 2014 han abandonado el país 3.000.000 de venezolanos. La escasez de medicinas y de productos de primera necesidad, como leche, harina, -incluso papel higiénico-, así como los constantes cortes de electricidad, están afectando gravemente a los enfermos y a multitud de familias. A esto se une el aumento del desempleo, de los crímenes violentos, y la corrupción de la clase política, del gobierno y el ejército.
Los más afectados por la pobreza son los niños. Son muchos los menores que han tenido que abandonar sus estudios por falta de alimentos en sus hogares. Y está creciendo el número de chicos que trabajan o piden limosna para ayudar a sus familias.
En esta situación tan dramática, las escuelas deben seguir siendo un "refugio seguro" en el que los niños puedan ejercer su derecho al juego, a la educación y a la seguridad; lugares en los que sentirse protegidos y con oportunidades para el crecimiento, a pesar de la pobreza. Para ello es vital asegurar el derecho a la alimentación.
La Escuela Laura Vicuña está gestionada por las Salesianas (Hijas de Mª Auxiliadora), que trabajan incansablemente para ofrecer un futuro a los niños y niñas del barrio Pedro Herrera, donde se encuentra ubicada.
Muchos de los hogares de esta zona de la ciudad carecen de servicios básicos, como electricidad, agua, aseo y cloacas. Muchas familias viven en una situación de pobreza extrema, en condiciones infrahumanas.
Esta situación se agrava porque los traficantes de drogas utilizan a niños, niñas y adolescentes como “camellos” para la distribución y venta encubierta de droga, así como para la prostitución.
Otro fenómeno muy preocupante es la proliferación de jóvenes que se agrupan en pandillas, hábilmente entrenados para cometer robos y asaltos.
En este contexto de maltrado y violencia es necesario que los niños tengan la oportunidad de asistir a la escuela y puedan continuar su formación. Y para ello hay que asegurar su alimentación.
La Escuela Laura Vicuña en el Barrio Pedro Herrera necesita recursos para mantener el comedor escolar, que encuentra serias dificultades para poder satisfacer las necesidades de todos los estudiantes.
El objetivo de esta recaudación de fondos es:
Suministrar alimentación a 220 niños y niñas de la Escuela Laura Vicuña que sufren desnutrición moderada o severa.
Establecer alianzas con ONGs especializadas en la atención terapéutica a niños y jóvenes que sufren desnutrición severa. (CARITAS, CANIA, Fundafrón Bengoa).
Favorecer la escolarización de niños y jóvenes marginados, complementando la labor educativa con una nutrición adecuada, necesaria para la salud, y que supondrá un alivio económico para las familias al contar con un plato de comida para sus hijos.
Con 90 € se puede alimentar a un niño desde febrero hasta julio.
0,80 € son suficientes para la comida de un día para un niño. Con esta iniciativa se pretende ayudar de manera constante a la infancia más afectada por la crisis actual.
PUEDES COLABORAR A TRAVÉS DE VIDESSUR ONGD
Cada euro va directamente a las Hermanas Salesianas en la Escuela Laura Vicuña.
Contamos con tu solidaridad. ¡Gracias!
VIDESSUR promueve actividades de formación y sensibilización y de actuación concreta mediante talleres, campos de trabajos nacionales e internacionales, proyectos de cooperación al desarrollo y apadrinamientos. Para el desarrollo de estas actividades VIDESSUR cuenta con la aportación de numerosas personas que hacen efectiva su solidaridad.
Los beneficiarios de la acción de VIDESSUR son colectivos desfavorecidos, especialmente la infancia, juventud, mujer e inmigrantes. También las personas voluntarias que dando su tiempo y, sobre todo, a ellas mismas, encuentran cauces para vivir la solidaridad de forma práctica.
Más informaciones en: http://videssur.org/