30000 km en el artico a favor de grupos indigenas

Me llamo Jaime Barrallo. Aunque por una larga historia de coincidencias asumo el nombre de “el que se ha comido los pies de un lobo”. Cuando era niño mi madre decía que parecía uno enjaulado por mi costumbre de  andar de un lado para otro cuando estaba en una habitación cerrada.

Años más tarde, en un curso de técnicas primitivas e que impartía en la ESDM  (Escuela de Supervivencia Deportiva de Madrid), los alumnos  decidieron sin saber la historia anterior  que mi nombre podría ser “Lobo de pies inquietos”.

La investigación para la ESDM  me llevo a conocer muchos pueblos indígenas en todo el planeta.

Uno de mis primeros maestros, un Bereber, Ai tata   se convirtió para mi en un lejano segundo padre en el sur de Marruecos sin conocer las  historias anteriores .Un día , después de varios años , me dijo “¡Jaimin! Cuando aquí alguien es como tú, ¡decimos que se ha comido los pies de un chacal!” El chacal gris es casi tan grande como uno de nuestros lobos.

Mi nombre “adquirido” no es más que una anécdota folclórica. Aunque confirmada tres veces,  me lleva a asumir  ese nombre indígena para acciones como esta.

Cuando empecé a hacer expediciones con la ESDM mi interés por los indígenas. era puramente técnico: aprender sus técnicas para sobrevivir.

Pero nadie, a no ser que tenga el corazón de corcho, puede estar cerca de ellos sin implicarse. Así me convertí en un "guerrero” en el sentido chamanico a  favor de la causa

En 1997, con otros compañeros de la ESDM, emprendí un proyecto llamado ISHI en honor a un indígena Yahi, que acabó siendo el último de su tribu, en los años 20 del siglo pasado en California.

Cruzamos la parte más árida de Sonora, yo atravesé la isla Ártica de Spitsbergen con esquís. Con el mismo medio de transporte surqué Laponia solo de Este a Oeste. Fallamos en cruzar Panamá, por el conflicto intenso entre los contras y la guerrilla.

Recorrimos 800 Km. de territorio salvaje en favor de los derechos de los Konkaaks de Sonora, los San de Namibia y los Yalis de Nueva Guinea. Como no éramos muy hábiles con la comunicación, no había Internet  ni apenas no plataformas como desde donde escribo ahora, pensábamos que esta caminata no había servido para nada.

En  2002 visité la zona San que me había inspirado en Namibia, para tratar de ayudarlos. Y para mi sorpresa,  ¡resulta que se ayudaron solos! En 1997, coincidiendo casi con nuestra travesía de Sonora, los San se habían manifestado en las puertas del parque nacional de Ethosa.pidiéndo tierras de caza que por derecho propio les correspondían . El gobierno accedió.No eran buenas tierras, pero era algo: la posibilidad de perpetuar su vida tradicional. Mi amigo Bubi había pasado  2 años en la cárcel por matar una jirafa con arco para comer. Las privaciones pasadas por Bubi veían ahora una esperanza

Al poco volví a Sonora ,ya que otra de nuestras reivindicaciones  era que los Konkaaks recuperaran la isla Tiburón, su territorio sagrado. Pues bien, la lucha de un biólogo mexicano consiguió que la gestión del muflon ( introducido en la isla) estuviera a cargo de los Konkaaks, a los que se les acusaba injustamente de furtivos. Con esta acción  los Konkaaks pudieron volver  a visitar  su tierra ancestral y con estos guardianes no volvió a haber furtivos. Otra vez la tierra movía hilos por su cuenta. No he vuelto a Nueva Guinea  donde también revindicábamos sus derechos. Nuestro permiso de grabación fue denegado en el 2003 por  " problemas locales". Pero al menos por  casualidades, o algo más,  el fin se cumplió

En el proyecto ISHI  hice mis primeros km en el Ártico  fueron apenas750. Luego empecé a trabajar como guía y hasta la fecha llevo 28 150 km recorridos a pie, con esquís, raquetas, canoa, bicicleta en zonas árticas y subárticas desde el 2001.  Las travesías abarcan desde  Laponia ,Yukón, Svalbard, hasta Siberia, Groenlandia, Islandia...

Hoy en día  hay plataformas más efectivas para recaudar fondos o llamar la atención , sobre la causa indígena.Y yo ya no soy un guerrero solitario: ahora colaboro con Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas.

Ya  no tengo excusa para no volver a mover  mis brazos y piernas por ellos. Aquellos y aquellas que con la excusa de conocer cómo sobrevivían se han instalado en mi corazón, me han llevado a jurar que no les daría  la espalda jamás.  Para ellos va dedicado este reto: a los guardianes del paraíso, los últimos seres humanos sin apenas contaminar por nuestra forma de vida dominante, que aunque nos valga a nosotros a ellos ni les vale, ni apenas les interesa.

Por ello haré   cuatro expediciones guiando :entre el territorio del Yukón y Laponia, desde el mes de Julio del 2016  y hasta  este mes de Marzo del 2017 , sin medios mecánicos hasta coronar mis 30000 Km de territorio salvaje , solo me quedan 1700 km Un espacio que nunca ha sido “vírgen”. Sino que han habitado y  aún habitan Samis, Denes, Inuits , Nénets. Y no solo lo haré por ellos. También por los  Yanomamis, Piaroas, Makiritares, Embera, Kunas, Konkaaks, Papagos, Lacadones, Rarámuris, San, Himbas, Damaras ,Bakas, Masáis, Bereberes, Aitata, Ai trabas, Ai Morrat, Bedus, Rasputs, Punans, Kubus, Mentawallos,Yalis,Danis,Maoríes, aborígenes de Australia... por citar solo con los que he tenido contacto. Hay algo de ellos y ellas en mi alma y lo habrá por cien vidas que viva. 

El que se ha comido los pies de un lobo, os lo debe: que tengáis buena caza, amigos "salvajes"

Apoyadnos: ellos son la esencia de lo que fuimos y no les queda mucho tiempo