Ni uno/a menos

¿La exclusión social se hereda? ¿Las posibilidades de desarrollo de nuestras niñas y niños están condicionadas desde su nacimiento?

La experiencia nos dice que un niño o niña, que nace y vive en un hogar con graves dificultades y carencias económicas, sociales, emocionales, culturales…es candidato a reproducir la situación de exclusión social en la que crece.

En la Asociación Centinelas trabajamos con mujeres que son madres, las asesoramos, acompañamos y formamos para que puedan mejorar sus condiciones de vida, para que puedan soñar con un futuro, y, de paso, dejarles a sus hijos como herencia una vida digna. La formación es el mejor antídoto para que los “menores en riesgo de exclusión” se conviertan en jóvenes y adultos que se integren en la sociedad de una forma normalizada.

A partir de nuestro trabajo con mujeres de los colectivos más vulnerables constatamos que existen desigualdades que afectan de manera específica a los/as menores, y que inciden en las distintas fases de su desarrollo:

FASE PRENATAL: a causa de un embarazo condicionado por falta de recursos básicos relacionados con la alimentación, cuidados médicos, problemas familiares, etc.

DESARROLLO DE LOS PRIMEROS MESES DE VIDA: debido a una inadecuada estimulación, trastornos del vínculo, carencias relacionadas con cuidados básicos, deficiencias de alimentación, etc.

FASE DE ESCOLARIZACIÓN: problemas como consecuencia de las carencias descritas en los puntos anteriores, desigualdades a la hora de acceder a recursos extraescolares, problemas relacionales, influencias culturales, ausencia de normas y límites, etc.

En el proyecto NI UNO/A MENOS, tenemos como finalidad prevenir y tratar la desigualdad infantil desde una perspectiva integradora, ofreciendo oportunidades que fomenten la inclusión socioeducativa de los/as menores, incidiendo de manera específica en las carencias propias de su condición social.

Para conseguir nuestro objetivo actuamos en una doble vertiente. Por un lado, capacitando a las madres y padres en el proceso de desarrollo socioeducativo de sus hijos/as, y por otro ofreciéndole a los menores un servicio de atención temprana y refuerzo socioeducativo al que no tienen acceso debido a la situación de vulnerabilidad que padecen.

Porque ni un solo menor tiene que ver condicionado su futuro, porque en nuestras manos está que las niñas y niños crezcan en igualdad de condiciones, trabajemos para que su herencia sea la dignidad a la que todo ser humano tiene derecho.