POR UN ESPACIO EDUCATIVO SEGURO

El Centro Jóvenes de Esperanza ofrece educación y formación para la vida a 100 adolescentes y jóvenes, entre los 13 y los 18 años, que viven en la Provincia de Cabo Delgado (Mozambique) en un contexto de grave inestabilidad por un conflicto armado que persiste desde el año 2017, que ha causado numerosas muertes y miles de personas desplazadas de sus hogares forzadamente.

En estos últimos años, tanto para las chicas como para los chicos, están aumentando visiblemente los riesgos de adhesión forzada o voluntaria a las filas del extremismo violento, debido a la falta de trabajo y de perspectivas para el futuro, así como al débil funcionamiento del sistema escolar.

El Centro ofrece un programa para el desarrollo integral de los y las adolescentes en situación de riesgo y vulnerabilidad social, proporcionando actividades educativas que entreguen a la sociedad jóvenes que, además de tener una formación académica, tengan la madurez necesaria para asumir un papel transformador en su propio contexto, siendo capaces de descubrir la misión única e indispensable que cada persona tiene en vista al bien común. En este contexto de violencia, inestabilidad, empobrecimiento económico y conflicto armado, pretendemos formar una nueva generación de personas que sean comprometidas, íntegras, responsables y preparadas para asumir su propia vida y realidad social, transformándola con valores, empeño y profesionalidad. El Centro propone cursos de formación profesional en las áreas de carpintería, sastrería, informática, canalización, herrería, culinaria, alfarería, artes plásticas e iniciación al emprendimiento, fortaleciendo al mismo tiempo las habilidades sociales y emocionales por medio de sesiones de apoyo psicosocial, aprendizaje social y emocional, formación humana y elaboración de proyecto de vida. Con el objetivo de reforzar sus capacidades intelectuales se ofrecen también actividades didácticas, de monitoria del aprendizaje escolar y de acompañamiento propedéutico para los estudios universitarios. Estas formaciones se complementan con actividades deportivas y recreativas, que facilitan la cohesión grupal y refuerzan el sentido de pertenencia. Dependiendo de las habilidades e intereses de cada joven, se les acompaña para escoger los estudios superiores que cada joven quiera seguir, proporcionándoles becas universitarias y becas para cursos de formación profesional, siendo acompañados hasta el final de sus estudios para promover la inserción laboral.

En la ciudad de Pemba, donde se ubica el Centro, a causa de la inestabilidad social y del conflicto armado, es necesario reforzar la seguridad en todos los sentidos, tanto a nivel de protección de los menores como del espacio que permita realizar las actividades sin exponer y causar daños a estos alumnos y alumnas.
Para tal, pretendemos reforzar el recinto del Centro, de un perímetro total de 395.8 metros, que actualmente consiste en un vallado natural de arbusto espinoso y una alambrada en estado deteriorado, construyendo un muro de cemento. Así protegeremos a los menores durante su estancia en el Centro, proporcionándoles mayor seguridad durante las actividades.

Apostar por un espacio de educación seguro en un contexto amenazado por el terrorismo, como es el de Pemba, significa sembrar una esperanza de paz y justicia para el futuro, cuidando de la semilla que podrá hacer florecer una nueva realidad.