Mejora de las condiciones educativas de las niñas de ezilo (nigeria)

Ezilo es un pueblo del Estado de Ebonyi situado en el sudeste de Nigeria. Está habitado por distintas etnias, la mayoría de sus habitantes se dedican a la agricultura de subsistencia, dependiendo de las lluvias para recoger sus cosechas, cuando estas fallan sobreviene la hambruna y la muerte. Cultivan arroz durante la época de lluvias y Palma durante todo el año. En esta ciudad fue muy intensa la guerra tribal que acabo oficialmente el 19 de marzo de 2010. Los efectos de esta guerra que todavía está latente, dejo miles de huérfanos, mujeres violadas y a la población atrapada en un círculo de pobreza.

Las precarias escuelas fueron destruidas y la mayoría de los maestros murieron en la guerra o emigraron.

En este contexto están trabajando las misioneras Clarisas desde 2009, aquí permanecieron durante la contienda siendo respetadas por los dos bandos pues comprendían que de su permanencia dependía la educación y la salud de los suyos. La Escuela Nª Sª de Guadalupe está aprobada por el Estado de Ebony desde 2012 y la primera generación de alumnos se han graduado en 2015 con el West African Senior Certificate con excelentes resultados.

En los últimos cursos de la escuela además de la enseñanza reglada, se imparten cursos de panadería, albañilería, agricultura, tinte de telas, repostería, etc. Con estas nociones los alumnos pueden ser autosuficientes y contribuir a la precaria economía familiar.

Dada la situación política de esta zona, asolada por los enfrentamientos tribales, es fundamental facilitar a los niños de ambos sexos de 6 a 14 años el acceso a una educación digna y de calidad donde se potencie el respeto y la convivencia inter étnica, y para ello se hace preciso ampliar y rehabilitar las estructuras actuales dotándola de más aulas y servicios. Un valor añadido es que esta escuela tenga internado femenino ya que de esta manera se evitan todos los riesgos y peligros que supone para las niñas el ir y venir andando desde largas distancias.

Son ellos mismos los que han identificado y priorizado este proyecto pues son conscientes de que solo a través de la educación y la capacitación podrán sacar a este Estado del subdesarrollo en el que se halla inmerso. De este modo se frenará también el éxodo de los jóvenes a otras ciudades e incluso a otros países, arriesgando sus vidas en busca de un futuro mejor.

Actualmente solamente cuentan con un edificio de 15 m x 30 m de “multiuso” para aulas de clase, para laboratorio, internado, oficinas, en un solo edificio. Muy pequeño para una escuela y en muy mala condiciones. Nos proponen construir y amueblar 12 aulas mientras que las hermanas se ocupan de rehabilitar las aulas, el dormitorio, los servicios y la cocina existente para poder escolarizar a 500 niños y niñas en primaria y secundaria, dándoles además capacitación en oficios.

Cien niñas, las más necesitadas, estarán en régimen de internado. Cuentan con profesores titulados y personal auxiliar suficiente. Disponen de un campo de cultivo cuya producción les ayuda al mantenimiento del Centro.

El total del coste es de 57.000 €, la parte restante es asumida por la entidad local.

Los padres de los alumnos se ofrecen para colaborar aportando la mano de obra no cualificada