Diseñar la conexión que permitirá alimentar y oxigenar al bebé prematuro dentro de una incubadora líquida.

El problema: la prematuridad infantil extrema

Cada año, en Europa y Estados Unidos, nacen más de 35.000 bebés antes de las 26 semanas de gestación. Son tan pequeños y frágiles que sus órganos aún no están preparados para respirar, digerir o mantener el corazón latiendo sin ayuda. A pesar de recibir los mejores cuidados médicos, las tasas de supervivencia apenas alcanzan entre el 30 % y el 60 %. Y quienes sobreviven, en su mayoría, sufren secuelas graves de por vida.

Para estos bebés, la incubadora tradicional ya no es suficiente. La medicina necesita dar un paso más allá.

La solución: una incubadora líquida que imita el útero materno

Este proyecto está desarrollando lo que podría convertirse en el mayor avance médico para los bebés prematuros extremos: una incubadora líquida.

Se trata de un sistema experimental que permite que el bebé, en lugar de ser tratado como un recién nacido, permanezca en estado fetal durante unas semanas más, fuera del útero. ¿Cómo? Sumergido en un líquido protector que imita el ambiente del vientre materno y manteniendo activo su cordón umbilical, que se conecta a un sistema externo que le proporciona oxígeno y nutrientes, como lo haría la placenta.

Así, su cuerpo inmaduro no tiene que adaptarse aún al mundo exterior: sus órganos siguen creciendo en calma, protegidos, sin sufrir los daños que suelen causar la prematuridad extrema.

¿Quién impulsa este proyecto?

El desarrollo está liderado por el equipo del Dr. Eduard Gratacós, referente internacional en medicina y cirugía fetal. Desde el centro BCNatal, en Barcelona, trabaja un equipo multidisciplinar de más de 100 investigadores. Este es uno de los pocos proyectos de incubadora líquida activos en el mundo, junto con grupos punteros de Estados Unidos, Japón y Europa.

¿Qué se necesita ahora?

Para alcanzar un prototipo con calidad clínica, es imprescindible refinar componentes clave y cubrir necesidades técnicas esenciales. Por eso se han lanzado mini retos de donación, cada uno vinculado a una parte concreta del sistema: desde el desarrollo de cánulas umbilicales hasta el diseño del entorno de incubación.

¿En qué consiste este reto?

Este mini reto forma parte de ese gran objetivo: tu donación puede ayudar a salvar vidas que hoy no tienen otra oportunidad.

Cuando un feto extremadamente prematuro se traslada a la incubadora líquida, el cordón umbilical se corta. Para seguir nutriéndolo y oxigenándolo, se insertan tubos diminutos —cánulas— en los vasos del cordón, conectándolo a un sistema que imita la función de la placenta.

Hoy no existen cánulas adecuadas para fetos tan pequeños. Tu donación permite diseñar por primera vez estas piezas tan delicadas como vitales, que harán posible esta conexión en el futuro.

Este reto necesita 130.000 € para desarrollar un primer prototipo de cánulas adaptadas con calidad industrial.