Un amigo para Rebecca

Rebecca, una chica de 22 años diagnosticada con Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Rebecca es una persona que tiene un gran amor por la naturaleza y sobre todo por los animales, ha tenido varias mascotas en su vida a las cuales siempre ha procurado darles todo su cariño.

Ahora está decidida a tener un perro de asistencia que además de ser una mascota más a la que dar amor será un compañero de viaje que le ayude a ser más autónoma y a conseguir todo lo que se proponga.

Uno de los principales beneficios que ofrecen los perros de asistencia a las personas adultas con TEA es el apoyo psicológico, aportándoles confianza y seguridad para poder enfrentarse mejor a los retos que les ponga la vida.

Rebecca es una persona bastante introvertida a la que le cuesta relacionarse con sus iguales y con su entorno. Gracias a esta seguridad y confianza que aporta su compañero peludo, Rebecca podrá mejorar sus relaciones personales teniendo más posibilidades de encontrar personas con sus mismos gustos e intereses, forjando relaciones enriquecedoras para ella.

Rebecca, como muchas de las personas con TEA, sufre crisis de ansiedad o sensoriales al encontrarse en una situación de mucho estrés o con muchos estímulos que ella no puede controlar. Un perro de asistencia sería un “gran aliado” para ella y su familia en estas situaciones consiguiendo rebajar sus niveles de estrés y ansiedad al ofrecer un espacio más seguro gracias al vínculo emocional que le aportará su nuevo “compañero”, pudiendo así manejar de la mejor manera posible estas crisis.

Una persona motivada no tiene límites y Rebecca y su familia están motivadísimos para conseguir un compañero de 4 patas que les apoye en su día a día y  les ayude superar todos los retos que la vida les ponga por delante.