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La batalla contra el Cáncer es sin duda una de las batallas más dolorosas y que más se sufre en silencio, cuando aparece, no distingue entre sexo, edad ni clase social, pero es mucho más dolorosa cuando le toca a l@s pequeñ@s de la casa.
La vida de padres y madres suele truncarse cuando al acudir al hospital les diagnostican a sus hij@s cualquier tipo de cáncer, pues se abre ante ellos y sus familiares y amigos un reto muy grande, lleno de altibajos, y es ahí donde entran en juego asociaciones como Aspanoma, una asociación de padres y madres de niños con tratamiento oncológico en el hospital materno infantil y que, gracias al apoyo que prestan, los padres no se ven tan desamparados ante este panorama que se les presenta en la vida.
Para ayudar a los padres en esa batalla que sus hij@s toda ayuda es poca, por eso es imprescindible que apoyemos y ayudemos a todos y de ahí el lanzamiento de éste reto, para ayudar a todas las familias que sufren esta enfermedad, agotando sus vidas y sus recursos, en una batalla psicológica en la que no pueden bajar sus brazos.
Niños como Izan y sus padres Francisco y Eva, ejemplo de superación y lucha nos traen la esperanza de que es posible derrotar esta enfermedad.
¿NOS AYUDAS A HACER ESTO POSIBLE?
¡¡¡¡¡Contamos contigo!!!!!
Gracias de antemano
Aspanoma es una Asociación sin ánimo de lucro formada por madres y padres de niñ@s con cáncer, familiares, amig@s y profesionales que renace con el fin de dar respuesta a una serie de carencias y necesidades en torno a una realidad que afecta a diario a miles de familias en Málaga. Surge del corazón de unas madres y unos padres cuya vida un día se trunca y sienten la necesidad de hacer algo por ayudar a que la lucha que mantienen nuestros hij@s, no sea solo de ell@s, sino nuestra también, y es por ell@s por lo que trabajamos duro cada día.
Nuestra actividad se desarrolla sobre dos pilares fundamentales; el primero de ellos, la labor asistencial, con la que tratamos de resolver las necesidades y las carencias, que como madres y padres de niños con cáncer, hemos vivido en nuestras carnes.
Y en segundo lugar, la investigación. Porque ese es el único camino para que un día, en un futuro esperemos que no muy lejano, podamos ganar definitivamente la guerra al cáncer infantil.