Ayuda a Marduk a dar sus pasos

Marduk es un gatito que pese a su corta edad, ya sabe lo que es pasarlo mal. Fue abandonado en un descampado que se usa de aparcamiento. Ahí pasó miedo, frío, y temiendo por su vida, buscó refugio en donde fuera. Al no haber nada más que coches en el descampado, ni corto ni perezoso se empezó a esconder en los motores de los coches. Lloraba sin parar, del miedo, pidiendo ayuda, y eso sin duda más de una vez le debió salvar la vida, ya que no fueron pocos los dueños de coches que golpearon y abrieron el capó para que saliera de ahí antes de arrancar el vehículo. También se avisaban entre ellos, para que todos fueran con cuidado: dentro de todo, Marduk tuvo bastante suerte. 

Pero, el escondite de los motores trajo 2 serios problemas: El primero era que imposibilitaba el trabajo de sus rescatadoras, que lo buscaban, lo oían, pero no lograban alcanzarlo. El siguiente problema fue, como os estaréis imaginando, que el pequeño Marduk acabó sufriendo un accidente. Cuando por fin lograron rescatarlo, nuestro pequeño Marduk tenía una fractura de fémur completa, con parte del hueso astillado. En alguno momento, se debió enganchar la patita en algún motor.

Nada más ver las radiografías, los traumatólogos no lo dudaron: La fractura necesitaba solución quirúrgica, y urgente! Una fractura así duele muchísimo. Así que nuestro pobre Marduk, con tan solo 3 meses de edad, entró en quirófano. Se le pusieron 3 agujas intra medulares, y 1 fijador externo. 

Ahora, el pequeño Marduk está en una casa de acogida maravillosa, donde lo cuidan como se merece y lo tienen muy vigilado, ya que la recuperación no es sencilla. Tampoco es sencillo para nosotros pagar la factura de su cirugía, pero no podíamos dejarlo sufriendo. Era urgente, urgentemente se solucionó, pero ahora falta ver como logramos pagar esta factura. Seguro que en algún rincón tienes algún euro que ayudará a su recuperación. Toda ayuda cuenta, toda aportación ayuda a que Marduk siga pisando con fuerza con las 4 patas por la vida. Gracias en nombre de nuestro pequeño luchador.